¿Cómo nace la tradición de combinar pan y aceite de oliva?
Hay estudios que señalan los orígenes religiosos del pan con aceite de oliva. A través de la historia, el pan siempre ha sido considerado un alimento básico, símbolo de comunión, convivencia e intercambio. Su combinación con un producto autóctono de la región mediterránea como es el aceite de oliva estuvo llamada a reforzar su significado, añadiendo un plus de hospitalidad, autenticidad y paz.
Una combinación que además se explica desde el punto de vista médico. El consumo del aceite de oliva ayuda a ralentizar el pico glucémico que produce la ingestión del pan. Además, el pan juega el papel de vehículo de las excelentes propiedades del aceite.
Sin embargo, la teoría más extendida es que ubica el nacimiento de esta tradición en la necesaria prueba del aceite de oliva de la última cosecha antes de comercializarlo o consumirlo. Una costumbre que hoy se mantiene viva en ferias y establecimientos dedicados a la comercialización y el consumo de este oro líquido.
Beneficios que nos aporta el pan con aceite de oliva
El pan con aceite de oliva es una tradición milenaria con la que además de disfrutar de una de las delicias de la dieta mediterránea, podrás beneficiarte de todas las propiedades y beneficios que ofrecen sus ingredientes:
1. Mejorar la salud cardiovascular
Se ha demostrado que los ácidos grasos presentes en el aceite de oliva favorecen la salud de las arterias y el corazón, especialmente controlando el aumento del LDL o colesterol malo. Además, es una combinación que nos aporta Vitamina E, necesaria para regular la presión arterial y prevenir la aterosclerosis.
2. Combate la depresión
Los polifenoles presentes en el aceite de oliva tienen propiedades antiinflamatorios, aumentan las endorfinas y contribuyen a aumentar nuestra sensación de bienestar. Además, ayuda a optimizar nuestro sistema cardiaco y frena la oxidación de las células.
3. Desintoxica el hígado
Gracias a los antioxidantes y la vitamina E presentes en el aceite de oliva, comenzar el día combinándolo con pan, nos ayuda a desintoxicar la vesícula biliar y el hígado. Son dos componentes que favorecen la optimización de la función hepática, favoreciendo su labor depurativa.
4. Facilita la digestión y evita el estreñimiento
El consumo de pan con aceite de oliva mejora nuestra actividad intestinal al reducir las secreciones ácidas y actuando como un laxante suave.
El pan con aceite de oliva virgen extra es una tradición con una historia milenaria que hoy en día se mantiene viva. Una combinación que simboliza la unión de dos productos básicos en la dieta mediterránea y la ofrenda de una alimentación rica, autóctona y saludable.